La respuesta de la ciencia y la práctica

 

Se busca antídoto

Poco después del descubrimiento y la descripción del patógeno de la enfermedad del olmo en 1920, los científicos de todo el mundo se ocuparon del problema porque millones de árboles espléndidos se secaron y tuvieron que talarse. Hubo dos maneras: sanación con ayuda de la química o el cultivo de variedades nuevas que fueran resistentes a esta enfermedad.
 

Retrocesos y decepciones

Hasta el día de hoy, el primer método ha encontrado solo un remedio que se puede inyectar en el árbol. El tratamiento es muy caro y debe repetirse anualmente. Solo merece la pena para árboles de parques especialmente bonitos.

El camino hacia el desarrollo de olmos resistentes ha sido muy largo. En el cultivo de olmos nuevos resistentes, los árboles decepcionaron primero por su falta de vitalidad, forma o hábito. Además, hace falta mucho tiempo hasta que un cruce pueda demostrar su valor: ¡al menos 15 años! Y hasta ahora se han producido más de 100.000 cruces, la mayoría en América.

Olmos en el equipaje

En 1958, en EE.UU. el Prof. Eugene B. Smalley de la Universidad de Madison se encargó de la investigación de la enfermedad del olmo y del cultivo de olmos resistentes. En primer lugar recopiló centenares de especies y subespecies de olmos diferentes de todo el mundo, sobre todo en Asia. Después vino la fase de cruce y la inoculación en los cruces de la enfermedad en colaboración con el Dr. Ray Guries. Finalmente, se probaron todas las propiedades restantes de los cruces creados. Menos de 100 cruces sobrevivieron a este procedimiento en todo el mundo.
 

La base de nuestro éxito

Junto con Smalley y Guries seleccionamos unos 50 cruces que parecían adecuados para Europa. Volvimos a probar su resistencia. Esto fue necesario porque la evolución de la enfermedad y su agresividad varía según el clima. En cualquier caso, hasta ahora solo hemos podido registrar menos de 10 variedades para la protección comunitaria de las obtenciones vegetales abrir la posibilidad de venderlas.